martes, 8 de noviembre de 2022

Ensayo #2.1

Retórica del Pensamiento Emprendedor Latinoamericano - Part. 1


Dentro del imaginario colectivo latinoamericano contemporáneo se hallan presentes una amalgama de ideas, afirmaciones y conceptos que dan pie a la práctica y sirven como el sostenimiento de un pensamiento con matices y alcances clasistas y racistas. Una variante ideológica que se enfoca principalmente en la diseminación de mensajes específicos esparcidos con celeridad por medio de los medios masivos digitales, con atractivas pautas publicitarias donde se resaltan las acciones de una enfermiza acumulación de aparente capital, la exaltación del ego y la supremacía individual por encima y a costa del colectivo, el hedonismo material sin restricciones y el desprecio por el colectivo incapaz de superar su condición de clase por las condiciones económicas y culturales reinantes en su entorno. Haciendo uso de prácticas propias de cultos y/o sectas, las organizaciones e instituciones establecidas para propagar dichas ideas fomentan el fanatismo entre los individuos que buscan adoctrinar, transformándolos en una especie de ganado sin criterio, los conducen de tal forma que se convierten en simples peones sin criterio propio, en donde los cuestionamientos dirigidos hacia la figura de autoridad, la mayoría de veces representada a través de una persona masculina, a la cual se le enviste con un aura mesiánica capaz de brindar soluciones inmediatas a problemáticas con un profundo enraizamiento de causas y particularidades fuertemente ligadas a las condiciones emanadas de problemáticas históricas, políticas, económicas y culturales con una vigencia heredada de siglos atrás.

 

Aclarando que el contexto social propio de las circunstancias descritas, obedece a las resultantes de las profundas crisis afrontadas por la totalidad de los países latinoamericanos a mediados y finales del siglo XX, producto de la política de intervencionismo estadounidense en busca de imponer regímenes que se alinearan a las directrices venidas desde el país de las barras y las estrellas, esto con el fin de procurarse gran parte de los recursos naturales y la riqueza producida por la comercialización de los mismos para continuar manteniendo la hegemonía geo-política no solo en América, sino en gran parte del globo terráqueo. Como parte del aparato intervencionista, se consolido una maquinaria propagandística con sustento en las ideas liberales económicas aplicadas a escala masiva en cada uno de los aspectos de las sociedades latinoamericanas, propagando ideas tales como la aversión hacia ideologías político-económicas que servirían como un contrapeso o alternativa, por mencionar al comunismo; llegando al extremo de catalogar dentro de la ideología anteriormente mencionada cuestiones tan básicas y esenciales como lo serían los derechos humanos y su defensa ante constantes violaciones de los mismos, el acceso a servicios como salud, educación y vivienda, la asociación comunitaria como alternativa hacia la disfuncionalidad de los estados fallidos manejados por los regímenes títeres del imperio y su consecuentes criminalización y erradicación. En un siglo fuertemente rememorado por las múltiples revoluciones que se dieron a lo largo del continente, cuyas acciones concretas en busca del bienestar de los pueblos que las llevaron a cabo fueron desbaratados gracias a la colusión de los sectores de las corrientes conservadoras más extremas, cuyos intereses particulares se veían seriamente afectados al perder el control sobre el andamiaje económico de cada país, siendo estos los mejores aliados que la potencia del norte tuvo para llevar con éxito los planes de intervencionismo y derrocamiento de diversos gobiernos, algunos llevados al poder por el voto de la mayoría popular.



Al tratarse de un plan con metódicas implicaciones se desarrollaron procesos que abarcaron los aspectos económicos, sociales, culturales, religiosos e ideológicos, con el fin de controlar cada uno de estos; se establecieron planes para la aplicación de políticas para liberar el mercado dejando de lado un sinnúmero de restricciones y otorgando el poder de monopolizar el intercambio de mercancías a específicos sectores quienes fueron desarmando las bases que sostenían las políticas que buscaban garantizar un mínimo de dignidad en las condiciones de vida del pueblo. Fomentando la privatización de los servicios públicos dejándolos en manos de empresas carentes de ética y con prácticas de cuestionable moral, se anularon un gran número de instituciones o decretos en donde se garantizaban los derechos garantes en las constituciones de varios países, aplicando campañas de terror contra la población civil haciendo uso de los recursos armamentísticos de las fuerzas armadas, policías secretas y grupos paramilitares con asesoría y entrenamiento dados por especialistas venidos del norte. Implantando la idea de desvalorizar la asociación comunitaria como método para socavar las muestras de solidaridad de clase para privilegiar el individualismo hasta recaer en el extremo de la total desconexión entre los individuos de una misma clase social que confluían en un entorno en específico. Así como del norte se exportó armamento, entrenamiento y muerte, también se exportó una estructura ideológica de implicaciones político-religiosas, con la cual se buscaban justificar o camuflar los fragantes crímenes cometidos por los regímenes títeres. No es casualidad que a finales de la década de los 80´s en gran parte del continente americano florecieran las iglesias de carácter protestante-evangélico, movimientos que fueron establecidos por medio de misiones estadounidenses quienes actuaron como agentes del imperio con conocimiento total o parcial de las intenciones del mismo. 

 

Aunado a la propagación protestante se dio inicio a otro proceso enfocado en el aspecto económico, cuyo establecimiento requería la liberación de la economía, reformando o anulando muchas regulaciones procurando mantener el beneficio que venía de la mano con la riqueza producida para los actores principales del proceso: 1. El gobierno de los Estados Unidos con todas las altas esferas de poder involucradas. 2. Los regímenes dictatoriales que servían de títeres, y protegían los intereses de la potencia extranjera. 3. Los grupos privilegiados que aprovecharon la situación para preponderar su posición con respecto al resto de la población de sus países de origen. En muchas partes del continente se comenzó con las expropiaciones de tierra a diversos pueblos originarios, campesinado o población en general para otorgarlo a transnacionales de capital extranjero con el fin de explotarlo de manera ecológicamente irresponsable causando un grave detrimento en las condiciones de vida de las poblaciones civiles establecidas en los alrededores y desembocando en catástrofes ambientales y ecológicas. Una gran parte del porcentaje de beneficio económico que resultaba de las actividades productivas establecidas en vastos territorios del continente americano llenaban las arcas del imperio, enriqueciendo a los actores involucrados en los planes de dominación y saqueo, dejando migajas a los gobiernos títeres y grupos de poder involucrados, quienes a su vez se apropiaban de estos recursos para su particular beneficio y privilegio, olvidándose por completo de los estratos más desprotegidos de las sociedades de cada republica saqueada. La implementación de las políticas de liberación económica supuso una preponderancia del sector privado en la actividad productiva, un sector compuesto por grupos de familias, gremios e individuos empeñados en manejar los medios de producción y control económico del país al que pertenecían, resaltando en la práctica de dinámicas racistas, clasistas, xenofóbicas y machistas como cimientos para su propia ideología de supremacía sectaria. Así mismo se dejó en manos de estos grupos el cumplimiento de los derechos laborales de millones de trabajadores de las distintas industrias, campesinado rural y obreros en general; derechos laborales cuyo cumplimiento se fue degradando al punto de convertirse en una utopía olvidada.



Como respuesta al detrimento de las condiciones de vida y las constantes violaciones a los derechos humanos básicos de la población en general, se originaron respuestas de corte bélico con el surgimiento de diversos grupos de resistencia y rebelión armados cuyo fin era el derrocamiento de los regímenes dictatoriales en cuestión. Desencadenando conflictos internos, guerras civiles y focos de tensión a lo largo del continente, desembocando en un recrudecimiento en la violencia tanto estatal con mecanismos como la represión, el terrorismo de estado y las desapariciones forzosas, como la venida por parte de grupos paramilitares e insurgentes, haciendo sentir con especial saña en las ingentes masas de población civil, quienes sin estar directamente involucradas en los conflictos los alcances contextuales no le eran ajenas. Para contrarrestar la influencia mediática que pudiera hacer mella dentro de imaginario colectivo de las masas civiles, se utilizaron los medios de comunicación masivas para diseminar propaganda con un tono ideológico fuertemente marcado por el conservadurismo, haciendo uso de información altamente manipulada y tergiversando muchos eventos y circunstancias históricos, datos estadísticos, estudios sociales parcializados y mensajes de subliminal connotación; dando como resultado la construcción de mecanismos propagandísticos masivos que se anclaron de manera eficaz en la mentalidad de gran parte de la población civil que padecía los embates de la violencia bélica.

 

Producto de la reiterativa criminalización y represión hacia los intentos de asociación y solidaridad comunitaria, se consumó un proceso de supremacía y adoración hacia la superación individual con un marcado sentido hedonista y consumista enfocado en el beneficio material y el privilegio económico, sin reparar en la decadencia de la dignidad de vida del colectivo, el cual era observado como ajeno al individuo adoctrinado al punto de ser despreciado y tachado con epítetos despectivos. Las características principales de la mentalidad de los individuos que abrazaron la ideología descrita con anterioridad constaban de: Excesivo egoísmo producto del desbordante egocentrismo, una visión altamente ideologizada y adoctrinada de la realidad social de su contexto, desprecio hacia las clases etiquetadas como inferiores, una negación hacia la influencia que tenían los mecanismos de control económico y la absurda interpretación dada a los eventos históricos y políticos dados en sus países y territorios con alta influencia geo-política del imperio del norte. Las explicaciones metafísicas para los fenómenos culturales y sociales que se daban dentro de la interacción de las diversas clases que componían los estratos sociales no poseían fundamentos materiales o dialecticos, se les abordaba desde una perspectiva puramente idealista, con matices espirituales y religiosos haciendo uso de discursos proféticos en donde engrandecían los nacionalismos y las figuras de autoridad ligadas a las tendencias conservadoras. 




Continuara...



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